La economía de Bernardo de Irigoyen viene siendo beneficiada por el constante flujo de vecinos brasileños que cruzan a la ciudad más oriental del país a hacer sus compras. Los precios en la tierra colorada presentan una gran diferencia respecto de su país y esto generó un repunte del comercio irigoyense. Cabe señalar, además, que durante el cierre de fronteras se fortaleció el mercado interno y luego de la reapertura continúa el consecuente incremento.

Walter Feldman, presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad del norte, comentó que si bien el incremento de ventas se intensifica aún más durante feriados como Semana Santa, debido a la demanda de productos específicos como chocolates, carnes blancas y vinos, desde la apertura de la frontera el incremento comercial es notable. Tanto es así que según afirmó, la aduana queda chica para el flujo de personas que ingresan a Bernardo de Irigoyen todos los días.

“Después de la apertura de la aduana se ve mucho movimiento, principalmente comenzó en la época turística, los rubros más beneficiados son supermercados y vinotecas, lo que más busca la gente” sostuvo Feldman, aunque aclaró que “todos los comercios se benefician en realidad, porque quienes entran a Irigoyen terminan paseando por la ciudad y comprando”.

La diferencia cambiaria también es una de las variables que motiva la demanda de mercaderías por parte de vecinos del Brasil, la mayoría de las compras se hacen en los comercios del lado argentino por esa diferencia que existe actualmente.

Y si bien, el mayor movimiento se observa en el segmento de combustibles, que resulta hasta 50% más económico que del otro lado de la frontera seca; todas las categorías del rubro comercio se destacan y registran ventas en alza, en los últimos meses tuvieron un repunte las carnicerías, pescaderías y afines, perfumerías y cosmética, tiendas de ropa, zapaterías y farmacias. La carne es el producto elegido por brasileños, como así también los pescados, mariscos y productos avícolas.

Respecto del ingreso en la aduana de Bernardo de Irigoyen, el presidente de la Cámara de comercio, expresó la necesidad de que Nación habilite más casillas con el objetivo de ordenar el ingreso para potenciar el comercio local:

“Habría más flujo comercial si la aduana tuviera una estructura adecuada para la cantidad de personas que ingresan por este paso fronterizo. Porque estamos en una tardanza de 40/50 minutos haciendo fila y por ahí la gente se cansa de esperar y vuelve. En este sentido a veces se ven más beneficiados los comercios que están cerca de la zona fronteriza, porque los vehículos como tardan mucho en ingresar a la aduana, sus pasajeros bajan, cruzan caminando y hacen las compras en locales que están en la frontera. Y eso repercute en que se terminan llevando menos cantidad de mercadería. Si hubiera más carriles de ingreso, habría incluso mayores ventas porque el ingreso al pueblo sería más fluido y aumentaría aún más el comercio interno”, explicó.