Este jueves por la mañana, la Policía de Misiones, a través de la Dirección Defensa del Medio Ambiente, y en coordinación con personal del Ministerio de Ecología, llevó adelante la liberación de una boa curiyú (Eunectes notaeus) en una zona segura y alejada de Candelaria.

El ejemplar, que había sido rescatado con anterioridad, posee una longitud de 3 metros y un peso de aproximadamente 7 kilos. Tras los controles veterinarios pertinentes y en cumplimiento de los protocolos de conservación de fauna autóctona, fue reinsertada en su hábitat natural.

La intervención fue realizada por agentes policiales junto a trabajadores de la Reserva Ecológica El Puma, en un operativo que tuvo como objetivo principal la preservación del equilibrio ecológico y la seguridad tanto del animal como de la comunidad.

La boa curiyú es una especie no venenosa y fundamental para el ecosistema, ya que contribuye al control de roedores y otras especies menores. Su preservación es clave para el mantenimiento de la biodiversidad misionera.

El nuevo ejemplar de yaguareté se trata de un macho adulto, el noveno registrado en la región chaqueña argentina y el sexto en la provincia de Formosa. Fue identificado gracias al monitoreo constante con cámaras trampa que realiza el Proyecto Yaguareté (CeIBA – CONICET) junto al Gobierno de la Provincia de Formosa, con el apoyo de Fundación Vida Silvestre Argentina y del Grupo de Colaboradores para la Conservación de la especie.

Esta noticia no solo renovó la esperanza de quienes trabajan día a día por la conservación del yaguareté, especie en peligro crítico de extinción, sino también de todas las personas que siguen con compromiso y admiración cada paso hacia su recuperación.

¡Conocé las fotos inéditas del yaguareté en el Gran Chaco!

En este contexto, se lanza la campaña “Un nombre para el yaguareté”: una propuesta participativa que invita a toda la sociedad a formar parte, tanto a través de la votación del nombre, de forma virtual, como mediante acciones presenciales en territorio. Habrá actividades educativas y de sensibilización en comunidades locales, especialmente en zonas rurales donde la coexistencia con esta especie forma parte de la vida cotidiana, una hermosa oportunidad para acercar la conservación del yaguareté a más personas.

¿Cómo se elegirá el nombre?

La votación será virtual en el siguiente link y se podrá elegir entre diferentes nombres cuidadosamente seleccionados por su valor simbólico, pertenencia territorial y significado cultural.

Los nombres propuestos son:

Kates: Estrella, en idioma Wichi
Ñeegawa: Amigo, en idioma Pilagá
Chalak: Coraje, en idioma Qom
Bañado: alusivo al humedal, en idioma español
La votación estará abierta hasta el 20 de julio, Día del Amigo, y el nombre elegido se anunciará el 5 de agosto. Todas las personas que participen también podrán participar de un sorteo por un “kit tigrero”, sobre el yaguareté. El premio será enviado por correo postal a la persona ganadora.

El monitoreo del yaguareté en la región del Gran Chaco es parte de un esfuerzo continuo y colaborativo que integra el trabajo de guardaparques, técnicos, investigadores, pobladores y colaboradores, con un fuerte compromiso con la conservación de esta emblemática especie. Esta iniciativa remarca lo valioso de involucrar a las personas que comparten el territorio con los grandes felinos y refuerza la importancia de trabajar de manera interinstitucional y en distintas jurisdicciones.

¿Por qué es importante la conservación del yaguareté?

El yaguareté (Panthera onca) es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel mundial, después del tigre asiático y el león. La especie se encuentra en peligro crítico de extinción en Argentina debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat, el atropellamiento en rutas y la caza ilegal del felino y sus presas. Como el mayor depredador del ecosistema, el yaguareté cumple un rol ecológico fundamental regulando las poblaciones de otros vertebrados, especialmente de los grandes herbívoros, por lo tanto, su presencia es un buen indicador de la salud de los ecosistemas. Se estima que en nuestro país quedan menos de 250 individuos y menos de 20 se encuentran en la región chaqueña, distribuidos en las provincias de Chaco, Formosa, Salta y Santiago del Estero.

El yaguareté es un Monumento Natural Provincial (Ley 1.673), un Monumento Natural Nacional (Ley 25.463) y su cacería está estrictamente prohibida. La especie se encuentra en peligro crítico de extinción en el país según la categorización de la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM) en el Libro Rojo de Mamíferos Amenazados de la Argentina.

La integrante de la Fundación Silvestre Argentina conversó con Canal 9 Norte Misionero sobre el reporte del ataque de un yaguareté al ganado de un productor rural de la zona de Puerto Esperanza y la visita que realizaron al lugar, además explicó los motivos por la cuales se dan estos hechos.

La especialista de la fundación comentó: “Estamos trabajando en distintas cuestiones por la conservación del yaguareté desde hace muchos años, en aportar al conocimiento a través de nuestros socios que están haciendo investigaciones y también en trabajar con las áreas protegidas de la provincia de Misiones. Para que el hábitat del yaguareté realmente siga siendo conservado, para que la especie pueda subsistir aquí en nuestra provincia y crecer su población como todos esperamos”.

Seguidamente, explicó que “en estas circunstancias se produce una interacción entre la gente del sector rural principalmente y las áreas naturales, donde se dan estos casos de depredación o de pérdidas de animales domésticos por el yaguareté”. 

En cuanto a que se debe este ataque del felino a los animales rurales, Karina Schiaffino indicó que “en algunos casos está vinculado a la falta de presas naturales, por eso es para nosotros muy importante el control de la caza furtiva, porque efectivamente al no tener presas silvestres es más probable que animales como el yaguareté se aproximen y tomen, como presas animales domésticos”.

La nota completa y detallada te la dejamos a continuación: