Se trata de Mónica Fernández, domiciliada en la calle El Hachero del barrio 6 de Noviembre (Km. 5), quien denunció que durante los trabajos realizados por la Secretaría de Obras y Servicios Públicos en distintas calles internas del lugar, y a consecuencia de la acción del rolo vibrocompactador, una de las paredes de su casa experimentó una importante rajadura que pone en riesgo su estabilidad.
Ella indicó que ese día que sucedió el daño no se encontraba presente en la vivienda y cuando retornó a la casa se encontró con un panorama que la asustó debido a que es madre de tres niños y entendió que el riesgo de desplome de la pared, que corresponde precisamente a la de la pieza de los chicos, podría ser alto por lo que pidió ayuda a sus vecinos quienes le apuntalaron la zona afectada.
Indicó que al día siguiente se puso en contacto con la Secretaría de Acción Social de donde la respuesta que recibió fue no podían intervenir debido a que solamente proporcionan asistencia con cortes de madera y no con construcciones hechas a base de ladrillo y cemento, por lo que le sugirieron que se dirija a la Cartera que intervino en la tarea de mantenimiento de las calles.
“Me dieron el número de Obras Públicas, que me dijeron que hoy iban a venir a ver”, comento Fernández y acotó que aguarda que la reparación sea lo antes posible porque “tengo miedo que se vaya a derrumbar”.
Cabe mencionar que desde el trabajo realizado en las calles del barrio ya han transcurrido prácticamente dos semanas.

Para concluir, Fernández comentó que sus vecinos le sugieren que no pernocte más en el lugar por el riesgo de derrumbe y que, en todo caso, le armarían “una carpita”.