Efectivos de la Policía Ambiental patrullaban a pie una zona rural de Colonia Guaraypo cuando descubrieron un campamento clandestino equipado con trampas, cuchillos de monte y un rifle semiautomático con mira telescópica. Se busca al responsable, presuntamente vinculado a la caza furtiva.

Durante la jornada de ayer jueves, efectivos de la División de Delitos Rurales de Guaraypo, dependiente de la Unidad Regional XV de Montecarlo, realizaban patrullajes a pie y rastrillajes en áreas rurales cercanas al cementerio de Colonia Guaraypo, como parte de un operativo para prevenir la caza furtiva.

En ese contexto, los uniformados detectaron un campamento oculto entre la vegetación y plantaciones de pinos, con señales de actividad reciente. Al inspeccionar el sitio, hallaron trampas artesanales, cuchillos de monte, cartuchos calibre 22, cuidadosamente escondido entre ramas y hojarasca, un rifle semiautomático con mira telescópica.

El campamento fue asegurado y desmantelado, y todo el material incautado quedó a disposición de la Justicia. Aunque no se encontraron restos de animales, los elementos secuestrados evidencian una estructura preparada para la caza ilegal.

Las pesquisas apuntan a un lugareño identificado por su presunta vinculación con la caza furtiva. Por ello, la Policía continúa desplegando operativos en la zona para localizar al responsable y evitar nuevos delitos contra la fauna silvestre.

Este jueves por la mañana, la Policía de Misiones, a través de la Dirección Defensa del Medio Ambiente, y en coordinación con personal del Ministerio de Ecología, llevó adelante la liberación de una boa curiyú (Eunectes notaeus) en una zona segura y alejada de Candelaria.

El ejemplar, que había sido rescatado con anterioridad, posee una longitud de 3 metros y un peso de aproximadamente 7 kilos. Tras los controles veterinarios pertinentes y en cumplimiento de los protocolos de conservación de fauna autóctona, fue reinsertada en su hábitat natural.

La intervención fue realizada por agentes policiales junto a trabajadores de la Reserva Ecológica El Puma, en un operativo que tuvo como objetivo principal la preservación del equilibrio ecológico y la seguridad tanto del animal como de la comunidad.

La boa curiyú es una especie no venenosa y fundamental para el ecosistema, ya que contribuye al control de roedores y otras especies menores. Su preservación es clave para el mantenimiento de la biodiversidad misionera.

En el marco del Mes del Medio Ambiente, personal del Parque Salto Encantado, en conjunto con el Área de Turismo de la localidad, llevaron adelante diversas actividades de sensibilización dirigidas a la comunidad educativa, con el objetivo de fomentar el compromiso ambiental y el cuidado de los recursos naturales.

Los guardaparques visitaron el BOP Nº 109 de Cerro Moreno, donde brindaron una charla sobre la importancia de preservar el entorno natural. Durante el encuentro se hizo especial énfasis en el valor de la flora y fauna nativa, así como en la relevancia del agua para la vida. Como cierre de la actividad, se entregaron plantines de lapacho, donados por el Vivero Hut, como un gesto simbólico de siembra de conciencia ambiental en los jóvenes.

Posteriormente, los guardaparques, junto al Comité de Cuenca de los Arroyos Cuña Pirú y Alegre, participaron de una jornada cuyo lema fue “Plásticos: un desafío para el ambiente” en el CEP Nº 27 de Salto Encantado. La actividad contó con la participación activa de estudiantes y docentes, quienes reflexionaron sobre el impacto de los residuos plásticos en los ecosistemas, particularmente en las cuencas hidrográficas de la región. Asimismo se destacó el rol fundamental de los arroyos Cuña Pirú (que alimenta al emblemático Salto Encantado) y Alegre (que abastece de agua a Aristóbulo del Valle y Salto Encantado), remarcando cómo la contaminación plástica afecta directamente a estos sistemas y a la biodiversidad de la zona.

Durante la actividad, se abordaron las graves consecuencias de los millones de toneladas de desechos plásticos que se generan anualmente en el mundo, el prolongado tiempo de descomposición de estos materiales y la formación de microplásticos que llegan incluso a la cadena alimentaria. En este sentido, se alentó a la comunidad a reducir el uso de plásticos de un solo uso, fomentando prácticas cotidianas más sostenibles como el empleo de bolsas y botellas reutilizables.

Asimismo, se compartieron distintas acciones concretas para proteger el ambiente. Cabe destacar el aporte de los estudiantes del CEP Nº 27, quienes presentaron trabajos y proyectos relacionados con problemáticas ambientales tanto locales como globales.