En un allanamiento realizado ayer al mediodía en un inmueble de Puerto Rico, efectivos de la Policía incautaron 145 bultos de contrabando, que incluían neumáticos, cajas de cigarrillos, electrodomésticos y llantas de camiones. Además, se secuestró un vehículo robado en Buenos Aires que se encontraba junto a la mercadería. El propietario del lugar fue demorado.

Por medio de una orden de allanamiento emitida por el Juzgado Federal de la ciudad de Oberá, agentes policiales de la Unidad Regional IV, irrumpieron ayer cerca de las 13 horas en una vivienda situada en el barrio Río y Sol de la localidad de Puerto Rico, propiedad perteneciente a un hombre de 35 años.

Allí, entre los elementos secuestrados, los uniformados constataron la presencia de 145 bultos que contenían elementos sin el aval aduanero correspondiente. Entre ellos había 72 neumáticos de diferentes medidas, 49 cajas que contenían aproximadamente 490 mil cigarrillos de la marca Eight, 11 aires acondicionados y 17 llantas de camiones.

Además, se halló y secuestró un vehículo Volkswagen Polo que tenía pedido vigente de incautación por haber sido robado en la provincia de Buenos Aires.

Finalmente, tanto el contrabando secuestrado como el vehículo robado fueron trasladados a la sede policial, quedando todo a disposición de la Justicia Federal. El propietario fue notificado sobre la instrucción de la causa.

La vocera de prensa de la Unidad Regional III, Subcrio. Viviana Peralta, describió la fuga de Carlos Daniel Caballero (24) y Juan Ramón “Pata” López (31), señalando que el primero habría tenido el arma entre sus ropas. Al momento de la huida, un personal policial efectuó un disparo disuasivo, pero sin lograr su cometido.
El escape se produjo cuando el policía que está a cargo de los pabellones había ingresado a prácticamente todos los demás reclusos y al llevar a los -ahora- fugitivos a su celda, estos atacaron antes que el uniformado trabe el candado.
Cabe mencionar que “los detenidos de la Seccional Tercera totalizan 17 a la fecha”, que se distribuyen en pabellones. Cada uno de estos cuentan con 2 celdas en los que son alojados 4 detenidos (2 en cada celda).
El ataque al personal policial fue con un arma tumbera, es decir, un elemento punzante de madera con un hierro en su interior que, según Peralta, “evidentemente formaba parte de los elementos personales que tenían los detenidos, pero pasó desapercibido porque parecía un palo sin importancia”.
Consultada sobre si se requisa a los detenidos antes de ingresarlos a sus celdas, Peralta respondió que “las requisas son una actividad continua en la semana, pero, en este caso y como ha sucedido antes, fabrican el elemento con los que ellos pueden tener en el interior de sus celdas”, añadiendo que “elementos simples transforman en objetos de estas características”.
Tras ese ataque, donde le producen una lesión en el cuello al uniformado, “la que por suerte no fue grave”, los malvivientes tomaron una mochila del herido y su celular, para luego ganar la calle evadiendo a los policías que estaba en la zona del frente de la Seccional.
Cuando el personal que estaba fuera de la celda corroboró el escape, realizó un disparo de forma disuasiva, pero “ya no lo pudieron alcanzar” ya que, según un personal de guardia, los sujetos tomaron rumbos diferentes.
Se ha montado un operativo rastrillaje por toda la jurisdicción, aunque todavía sin novedades.

El pasado 8 de marzo, guardaparques de la Reserva de Uso Múltiple Cabure-í, en colaboración con la División de Delitos Rurales de la Policía de Andresito, llevaron a cabo una operación de control y fiscalización en el corredor biológico municipal y la zona de amortiguamiento de las Áreas Naturales Protegidas de la Península Andresito.

Durante la recorrida, se realizó un control vehicular en un camino vecinal proveniente del Parque Provincial Yacuy. En el transcurso de la inspección, se detuvo una motocicleta ocupada por dos individuos de sexo masculino. Al realizar la requisa correspondiente, se descubrió que los ocupantes portaban una escopeta calibre 36 y un rifle calibre 22.

Ante esta situación, se procedió a la confección del acta de infracción correspondiente, enmarcando la acción dentro de los ilícitos ambientales contra la fauna silvestre en zona protegida.