River recibirá este martes a Platense en el marco de los cuartos de final del Torneo Apertura de la Liga Profesional de Fútbol.

El encuentro se disputará en el estadio Monumental de Núñez, desde las 20.30 horas, con el arbitraje de Yael Falcón Pérez mientras que Mauro Vigliano estará presente en el VAR. La transmisión estará a cargo de la señal deportiva TNT Sports.

El equipo dirigido por Marcelo Gallardo viene de golear 6-2 a Independiente del Valle de Ecuador, el pasado jueves en condición de local, por la quinta fecha del Grupo B de la Copa Libertadores de América. Con este resultado, los de Núñez se clasificaron para los octavos de final del certamen continental y se aseguraron el primer lugar del grupo.

Para este encuentro ante los de Vicente López, el laureado entrenador riverplatense hará tres modificaciones con relación al triunfo ante los ecuatorianos: el chileno Paulo Díaz retornará al once titular en lugar de Germán Pezzella en la zaga central, el campeón del mundo Marcos Acuña reemplazará a Milton Casco en el lateral izquierdo y el veterano Enzo Pérez ingresará por Giuliano Galoppo en el mediocampo.

Por su parte, Platense viene de ganarle 1-0 a Racing en el estadio Presidente Perón de Avellaneda por los octavos de final del Torneo Apertura de la Liga Profesional. El equipo de la dupla Favio Orsi – Sergio Gómez le planteó un partido incomodo a los campeones sudamericanos y, con un gol de Nicolás Orsini a poco del final, dio el batacazo de la instancia pasada del certamen local.

El ´Calamar´ contó con diez días de preparación para este encuentro trascendental ante River y la dupla técnica repetirá el mismo once inicial que arrancó la victoria en el estadio de Racing el pasado sábado.

INDEPENDIENTE venció 1-0 a Boca en La Bombonera y se clasificó a las semifinales del Torneo Apertura, instancia donde se medirá con Huracán. Para el Xeneize, se terminó la actividad hasta el comienzo del Mundial de Clubes: debutará el 16 de junio ante Benfica.

El equipo dirigido interinamente por Mariano Herrón se reencontró con sus hinchas luego del cabildo abierto que se vivió en Bradsen 805 ante Lanús y tras una intensa campaña del club en redes sociales para calmar los ánimos y pregonar el apoyo al plantel.

En un primer tiempo parejo, con ocasiones para ambos equipos, Boca fue un poco más que Independiente, que no logró generar juego desde Iván Marcone y Luciano Cabral.

Miguel Merentiel fue el más peligroso del elenco de Mariano Herrón. Primero conectó un centro atrás, pero el disparo le salió a las manos de Rodrigo Rey. Luego anotaría el 1-0, pero fue anulado por offside.

El Rojo logró lastimar con centros desde la izquierda. Así recibió en el punto penal Matías Giménez, que se encontró con una rápida respuesta de Agustín Marchesín para atorarlo y quedarse con la pelota.

La más clara de los 45 minutos iniciales llegó sobre el cierre. Merentiel desbordó por derecha ante una defensa ubicada en mitad de campo, llegó al fondo y centró al segundo palo para la aparición de Carlos Palacios. El chileno, debajo del arco, se perdió el 1-0.

A los 57′ Herrón decidió mandar a la cancha a dos de los jugadores con mayor experiencia y a quienes había recuperado en la semana: Edinson Cavani y Ander Herrera.

Sin embargo, a los 64′ Álvaro Angulo anticipó a Merentiel tras un córner e inventó un golazo para poner al frente a Independiente.

A partir de allí, los nervios se apoderaron del Xeneize, que fue en busca del empate con más empuje que juego. El Rojo, cómodo con el marcador, utilizó a su favor la necesidad del local y terminó sin grandes sobresaltos accediendo a las semifinales del campeonato.

Tras igualar 1-1 en el tiempo regular, los Gauchos de Boedo vencieron 8-7 por penales al Bicho de La Paternal para clasificarse entre los cuarto mejores del torneo, donde se medirá ante el vencedor de River y Platense.

San Lorenzo dejó atrás el caos institucional y duro golpe del agónico empate para imponer 8-7 por penales a Argentinos Juniors para meterse a las semifinales del Torneo Apertura 2025, tras igualar 1-1 en el tiempo regular.

Andrés Vombergar abrió la cuenta y Tomás Molina niveló en el último suspiro para dar lugar a la definición desde los doce pasos donde Orlando Gill detuvo el intento de Maxi Romero y Gastón Hernández selló el pasaje de los Gauchos de Boedo, que esperan por River o Platense.

El encuentro en el estadio Diego Armando Maradona se vivió con el cuchillo entre los dientes, más cercano a un combate que al alto vuelo futbolísticos al que se acostumbró el Bicho en La Paternal, una historia que no tuvo vencedor hasta su último suspiro y que finaliza con el sorpresivo Ciclón de Miguel Ángel Russo, contra viento y marea y sin importar de la aguda crisis institucional logra meterse entre los cuatro mejores del torneo.

El duelo en su primera etapa no contó con claras situaciones de gol sino que se vio marcado por el roce y tensos cruces entre los planteles, etapa inicial donde los Santos sufrieron la baja de Jhohan Romaña por un golpe que le causó problemas en la visión.

En una de las primeras ocasiones de riesgo de la velada es que llegaría la apertura del marcador para la visita, con un brillante Iker Muniain que con su sutil pase permitió a Ezequiel Herrera lanzar un centro a la carrera que Vombergar cambió por gol a los 24 minutos del complemento. Un tanto que llenó de ilusión a la escuadra azulgrana y se sintió como un baldazo de agua fría para los presentes en el recinto de la calle Gavilán, que hizo de su casa una fortaleza en el certamen.

El dueño de casa dejó atrás las formas y buscó empatar de cualquier manera, abusando de los centros al área de un Orlando Gill que se hacía gigante para descolgar cada nueva chance que cayese sobre su área, aunque el Bicho logró su objetivo y llegó de la mano de un hombre surgido de las divisiones inferiores de Huracán.

En el quinto minuto de los seis que adicionó Facundo Tello es que Tomás Molina por fin logró derrotar al arquero de Boedo y contra el arco que da a la calle San Blas marcó el 1-1 que desató la euforia de todo el barrio de La Paternal, al darle al Tifón de Boyacá una vida más no solo en el encuentro sino también en su puja por gritar campeón. Envión anímico que dio lugar a un tremenda chance de Sosa tras la reanudación del encuentro que casi significa el pasaje de manera directa.

El 1-1 no se modificó pese a la clara chance y la historia se dirimió con una tanda de penales, la cual tuvo lugar en el arco que da la espalda a la calle Juan A. García y contó con el marco del público pegados a la red. Si bien el encuentro estuvo marcado por el roce e imprecisiones, la definición desde los doce pasos fue todo lo contrario al convertirse ¡trece disparos! de manera consecutiva.

Quien cortó la racha de efectividad total fue Orlando Gill al detener el envío de Maxi Romero, un derecho débil a su izquierda que detuvo sin mayores complicaciones, y Gastón Hernández con toda la responsabilidad sobre sus hombres la clavó al ángulo para meter a Boedo entre los cuatro mejores del certamen.