Con la fuerte intención de convertirse en una EFA, el Instituto Agrícola San Miguel, abrió sus puertas este año en el barrio Elena de la ciudad de Eldorado, para brindar una propuesta educativa con una fuerte impronta agrícola.

“Empezamos con un quincho en el barrio Bernin y de ahí tomamos posesión de este terreno en el barrio Elena. Este año tenemos una matrícula de 40 a 60 alumnos, y de a poco vamos construyendo lo que va a ser una gran EFA en la ciudad de Eldorado”, comentó Javier Bejar, psicopedagogo y parte del equipo docente de esta institución a Canal 9 Norte Misionero.

La particularidad de esta escuela, es que sirvió para que muchos adolescentes que estaban por fuera del sistema educativo, puedan volver a la enseñanza secundaria. Para ello, comentó Bejar, hicieron un relevamiento y recorrieron casa por casa del populoso barrio para estimar la población de estudiantes con los que contarían.

“La orientación es agrícola así que los chicos están jornada completa. Aparte de recibir las materias tradicionales tienen formación agrícola referida a los sistemas productivos, ya sea viveros, gallinero, huertas, apicultura y a medida que crecemos como EFA, vamos a ir proponiendo más sectores”, explicó el profesional.

De esta manera, aseguró, los chicos aprenden a producir y esta enseñanza les puede servir como un sustento el día de mañana. Como establecimiento que recién inicia, cuentan con primer año que dado a la gran convocatoria, está dividido en A y B,

“Ya de barrios aledaños nos están consultando las familias a consultar si tenemos un lugar para el año que viene. La idea es que año tras año vayamos abriendo los siguientes cursos hasta llegar a 5to”, explicó Bejar.

La construcción el lugar que es de mandera, es trabajada por sus propios docentes, padres y hasta alumnos. “Nos juntamos a construir la escuela, todo lo que se ve construido fue trabajado y hecho a pulmón por quienes formamos parte de la comunidad educativa”, explicó el docente.

Tal como se organizan las EFAS, este Instituto posee un sistema de alternancia. Esto quiere decir que están dos semanas en la escuela y otras dos semanas en sus casas. “La diferencia es que aún no se quedan a dormir porque no tenemos dormitorios hechos. Pero si están jornada completa”, dijo Bejar.

Aunque la Sala de Industrias aún no está construida, la institución produce diferentes alimentos para comercializarlos en puntos de ventas y el dinero recaudado es volcado a la construcción de la escuela.

Las inscripciones para el siguiente año están abiertas. Quienes quieran anotar a sus hijos/as pueden acercarse al lugar. Así también desde la institución están recibiendo la colaboración de la sociedad para poder seguir creciendo. Bejar extendió la invitación a la comunidad en general para que puedan conocer a la escuela y también sus producciones.

“La idea es que se acerquen. Todo es bienvenido. En este caso los choferes solidarios nos acercaron leche en una oportunidad y ahora ropa, eso va directo a los alumnos”.

El número de contacto es 3751 638272.