Ante los continuos hechos de inseguridad que se han registrado en el barrio Virgen del Rosario (Km. 8)), la Comisión Vecinal interina resolvió adquirir silbatos para que sean utilizadas como elementos de advertencia ante un requerimiento de urgencia.
El presidente interino de la Comisión, Miguel Romberg, explicó a Canal 9 Norte Misionero que “gestionamos estos elementos ante el municipio y tuvimos muy buena respuesta”, a tal punto que se hará entrega, en una primera etapa, de “80 silbatos”. No obstante, esta cantidad aún no va a alcanzar a cubrir la totalidad de viviendas afincadas en el barrio.
Acotó que si “alguien sufre un hecho de inseguridad no tiene más que activar el silbato y todos vamos a acudir a la ayuda de esa persona”.
Romberg indicó que otras de las medidas a adoptar para mejorar la seguridad en el barrio será la adquisición de cámaras de videovigilancia que se dispondrán en diferentes sectores. “Esa será la segunda etapa, pero obviamente que tiene otro costo”, aunque reconoció que sería “algo muy importante y positivo para el barrio”.
En ese sentido, comentó que próximamente habrá una reunión con los vecinos para decidir si se avanza o no en esa adquisición. También indicó que se estuvo solicitando presupuesto a una empresa de seguridad a nivel local.

Para tener más detalles de este hecho que ocurrió el sábado por la noche en el barrio del complejo habitacional de Iprodha Eldorado III, Canal 9 Norte Misionero conversó con Edith Portillo, la madre de la niña de 6 años accidentada, quien hoy tras el susto ya tiene una silla de rueda para poder movilizarse con mayor comodidad.

Con relación al incidente que causó un gran sustos a los padres de chicos que estaban jugando esa noche, la mamá de la niña accidentada relató: “Los chicos estaban jugando en el espacio verde que hay entre los dos edificios, escuchamos un ruido fuertísimo, salimos y vimos la farola de luz del alumbrado público que estaba tirada en la vereda”.

A lo que agregó: “La única que estaba en el piso era mi hija, voy a verla y ella me decía que le había golpeado la pierna, ahí fuimos urgente al Hospital y allá nos dicen que tiene fracturado la rodilla y el peroné, fue tremendo porque ese poste o farola de hierro se desplomó de la nada”, explicó.

Al ser consultada sobre la salud de sus hija, comentó que “está enyesada toda la pierna, no puede pisar de 30 a 40 días, así que hice una llamado a la solidaridad para conseguir una silla de ruedas, lo publiqué en Facebook y en segundos me respondieron Marcelo (Cohler) y Vanessa Vera del Parque Industrial”. 

Posteriormente manifestó: “Me dijeron tenemos algunas que nos han donado, lo vamos a poner en condiciones para que tu hija pueda usar, eso fue ayer y hoy a las 10 de la mañana estaba acá en mi casa Vanesa Vera con la silla de ruedas y unos regalitos también, de lo que ellos hacen allá”.

Así, Edith comentó lo que pasó y el final solidario gracias a la acción del Parque Industrial y dos personas que respondieron a esa publicación. Ahora, la madre de esta niña víctima de un accidente que pudo haber sido peor, quiere evitar futuros incidentes.

La farola que cayó estaba funcionando y por consecuencia tenía energía eléctrica, Edith Portillo contó que hay varias farolas en mal estado e incluso sin funcionar. “Esta se pudrió por abajo, como tantas otras, lo que pretendemos es que vengan a sacarlo porque no tienen utilidad, verdaderamente no tiene utilidad ese poste ahí, pero los de la Cooperativa no entran a arreglarlos porque dicen que no les corresponde, que le corresponde al Consorcio del barrio, que tampoco sé quiénes son”, expresó indignada.

El martes fue sustraída una moto Honda Wave 110CC de una vivienda ubicada en la calle Triunvirato (Km. 4) y tras 24 horas de intensa búsqueda un grupo de vecinos y allegados de la víctima se logró recuperar en el barrio Antiguo Centro (Km. 2).
Asimismo, ese grupo pudo identificar al ladrón del rodado y lograron retenerlo en el barrio 20 de Junio hasta que lo detuvo la Policía.
En diálogo con Canal 9 Norte Misionero, Yohana, propietaria de la moto, comentó que para que le entreguen el rodado “tuvimos que pagar recompensa, porque el chico que nos robó vendió la moto y ese le vendió a otro”, señalando que el monto que tuvieron que desembolsar fue de “500 mil pesos”, porque, “sino ya se iba (sic) para Paraguay”.
Para concluir, la mujer manifestó que “quiero agradecer a mis amigos”, y a todos los que colaboraron, debido a que “no dormimos, hicimos guardia en distintos barrios” para lograr el cometido.